Cesar Hildebrant: el rollo de García.
El rollo de Alan García es muy claro. Ha ordenado a todos sus
francotiradores que apunten a la cabeza de Toledo. A mí me parece
que
Toledo es un hombre de lo más discutible.
No me gusta su hablar y, a
veces, su pensar. No me place que sea un hombre tan apegado al sistema
que nos está matando.
Pero ahora que García quiere destruirlo porque teme que Toledo le saque
las porquerías cometidas, tengo ganas de salir en defensa de este hombre
que alguna vez, en el Melody, mostró
parte de sus humadísimas miserias. Y
que, aliado con PPK, tuvo la cochina debilidad de abonarle más de 20
millones de soles a Baruch Ivcher como pago, entre otras cosas, por mi
despido de Canal 2.
El rollo de García es demostrar les a todos que él, en efecto, puede
impedir que alguien que no le gusta llegue a la presidencia.
Ese alguien ya no es Humala, lejos ahora de la pretensión que casi alcanza
en el 2006. Ese alguien es Toledo.
Y no es que Toledo sea un antisistema. Es que Toledo
puede mandar a la
cárcel a García. Eso es, por lo menos, lo que García teme.
Como se sabe, García sustrajo grandes sumas de dinero público y
privado
entre 1985 y 1990. Jamás trabajó excepción hecha de la defensa de un
narco, tal como demostramos hace algunos años
pero acabó su gestión en
condición de
varias veces millonario. Debió ser enjuiciado
y condenado
pero tuvo la suerte de ser perseguido por la dictadura siniestra de
Fujimori, el hombre que él inventó
en una suite coquera del hotel Crillón.
Fujimori, como todo Frankenstein, quiso matar a
su creador. Pero su
creador escapó por los techos, dejando a
su mujer y a sus hijos a expensas
de la barbarie.
García esperó largos años.
Todos los que requería la figura de la prescripción.
La obtuvo gracias a un renovado pacto con Fujimori y Montesinos.
Y volvió a la política. Y recaudó todo lo
que pudo y pudo mucho de los
mineros, los banqueros, sus amigos chilenos, sus compadres brasileños, los
narcos encubiertos. Pero perdió las
elecciones del 2001. Y eso es algo que
no le perdonará a Toledo.
Cinco años después, le robó es
un hábito inexorable unos miles de
votos
decisivos a la pasmada Lourdes Flores y llegó
a la segunda vuelta. Derrotó
a Humala porque Humala dio miedo y García, aunque daba náuseas, ofrecía un
cambio tranquilo y sin sobresaltos.
No hubo ningún cambio, por supuesto. Para empezar, muchos apristas
siguieron empeñados en múltiples latrocinios, con su jefe a la
cabeza.
Y ahora el miedo es que venga alguien que no esté
trabajado. Ese es
Toledo, el cuco de García, el enemigo que hay que liquidar.
Y aquí entra el sicariato.
El asunto es calentar el pozo séptico y
meter allí rumores, analogías,
parentescos de tercera, archivos de sociales, flashbacks, coincidencias.
Luego todo eso se revuelve y se aliña con salsa siciliana. Y se escribe
con esa prosa cargada de puntos suspensivos y alusiones
significativas .
¡La prosa de Rendón es una versión inteligente!
Y luego, el paquete se lanza, como una granada de piña.
Ese día, García, que lo ha organizado todo, habla como estadista y
razona
como príncipe sobre asuntos sublimes: la pobreza que hay que combatir, laeducación que
hay que levantar, la inclusión que debe continuar.
Las covachas aplauden. García sigue siendo el saqueador que habla como
Roosevelt, conspira como Beria y mata como Gambino.
Lo que no recuerdan sus soldados de fortuna es lo que no les conviene
mencionar.
Por ejemplo, que los esposos Alan García y Pilar Nores vendieron en el
2003 una camioneta Nissan Frontier a la familia
Sánchez Paredes. Y se la
vendieron, usada, y con un recargo de 4.000 dólares respecto del precio
original. Recibieron 22,000 dólares por
la rápida operación.
Tam poco quisieran recordar que Belisario Estévez, el gerente
general de
la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A........,
la que compró la camioneta presidencial,
era una persona muy próxima al
clan Sánchez Paredes y fue viceministro
de Comercio durante el primer
gobierno de García.
El mismo año en el que Alan García vendió con sobreprecio esa camioneta,
una empresa del hijo de Luis Nava, secretario y recaudador presidencial,transportó en varias ocasiones insumos químicos a COMARSA, una
de las
compañías mineras de los Sánchez Paredes.
Esa compañía de carga se llama
Transportes Don Reyna y su gerente
general es José Antonio Nava, hijito de
Luis Nava. Esa empresa
transportista acarreó, por lo menos en nueve oportunidades, varias
toneladas de diverso material hacia la mina Angasmarca,
en La Libertad.
El 18 de marzo del 2003 la Compañía de
Exploraciones Angasmarca S.A..registró en la SUNARP el primer
directorio bajo el control de los Sánchez
Paredes. Como presidente fue designado Walter Valdez Muñoz y como
directores Jesús Estévez y el
abogado Humberto Abanto, quien también fue
nombrado gerente general. En el 2001 Abanto fue asesor de la Comisión deEconomía del
Congreso, cuando Luis Alva Castro era su presidente.
En el
2006, Abanto fue asesor de la Comisión de Presupuesto del Congreso,también presidida por Alva Castro.
Todos estos datos fueron obtenidos por Gustavo Gorriti y Sheila Díaz yjamás fueron
desmentidos.
En relación a
la corrupción, en
general, las noticias que señalan a García
y a los suyos son inagotables.
El 26 de julio del año 2007, Rómulo León envió este correo electrónico a
su jefe Fortunato Canáan: Esta
noche irá a cenar a mi casa Luis Nava.
Ajustaremos con él algunas cosas.
Y el 18 de octubre del 2007, el mismo León a Canáan: 11 de octubre,
Palacio de Gobierno. Reunión con el Dr. Luis Nava. El suscrito entregó
cinco importantes documentos al Dr. Nava.
Y el 21 de diciembre, mismo remitente y mismo destinatario:
Por iniciativa de Luis Nava ayer nos reunimos con el nuevo
ministro/Hernán Garrido Lecca y se le transmitió
la voluntad del Presidente de
contar con Fortluck (la empresa de Canáan, nota de C.H.) para la construcción de
hospitales.
En otro mensaje, León Alegría le anuncia a Canáan que, para la
constitución de
la empresa filial que planean, hará uso del
estudio de
abogados de una persona que resulta clave para nuestros
superiores
objetivos. Ese estudio, como se pudo comprobar después, es el que
aparece
en los registros públicos como
Nava y Huesa abogados, propiedad, por
mayoría de acciones, del doctor Luis Nava Guibert, secretario de la
Presidencia de la República.
Quien se encargó de redactar los documentos
fue específicamente el doctor Eduardo León, que figura como
asociado de
ese estudio.
Cuando la Comisión del Congreso le preguntó a Nava por qué había
intercedido de modo tan activo en la concertación de la cita entre el
ministro de Salud, Carlos Vallejos, y el
dominicano Fortunato Canáan, el
condecorado secretario dijo que se habla limitado a cumplir
órdenes. Y
cuando le preguntaron a qué
órdenes se refería,
señaló que se trataba de
directivas del propio presidente de la República, interesado en que laconstrucción de
hospitales marchara lo más rápidamente posible.
Y esto para no hablar de Taboada, Gambetta.
Olmos. Transoceánica,
puerto
de Paita, temas todos judicializables cuando llegue la hora de la fumigación.
Necesitaríamos varias ediciones para
ocuparnos de la podredumbre que emana
de este gobierno.
Lo triste es ver la desesperación con que los súbditos de García en cierta
prensa oficiando de fuerza de choque. Sobre todo si se considera el
silencio que guardaron, con devoción y disciplina, durante estos últimos
cinco años.
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