INICIO DEL NACIMIENTO UN PLANETA Y MUERTE DE UNA ESTRELLA
En esta figura
mostramos el desarrollo de la XI Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución
de la primera Era Geológica de nuestro planeta (Período Azóico). A este periodo
lo podemos conocer como la “Era Colápsica”, es decir, el período
después del colapso de la estrella-Tierra. Fue el periodo más temprano de la
vida de nuestro planeta.
Esta primera Era
fue lo que hoy conocemos como el “Proterozoico”. Primero de los dos
Eones. Tenemos que decir, que se ignora la duración exacta de estas primeras
eras geológicas, sin embargo la “ Era Colápsica” la podemos conocer
por el rápido movimiento que desarrollan las corrientes de convección en la
superficie del planeta, de una forma parecida a como hoy lo hacen y podemos
observar en la superficie de Júpiter.
Este planeta nos
muestra hoy en todo su esplendor el movimiento de las corrientes de convección
de baja velocidad, sobre todo alrededor del ecuador del planeta con el
movimiento de la gran mancha roja. Este movimiento de la superficie de Júpiter
será cada vez más lento hasta que la masa se solidifique, haciéndose una capa
dura y rígida aún que cada vez más gruesa que envolverá al planeta, como
sucedió en la Tierra
con la corteza terrestre o como pudo suceder en la superficie de Marte,
Mercurio o la Luna
en sus primeras etapas como planetas o cuerpos oscuros.
El movimiento de
las corrientes de convección, que podemos ver hoy sobre la superficie de
Júpiter, ocurrió una vez en la superficie de
la Tierra, cuando ésta
atravesaba la “Era Colápsica”.
En esta figura
mostramos el desarrollo de la
XII Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución de
la Segunda Era Geológica,
lo que podemos conocer hoy como “Era Prearcáica” o primera parte
del “Precámbrico” uno de los dos Eones que formaba parte de los
primeros tiempos de nuestro planeta.
I Parte del
Precámbrico ( Precámbrico Temprano)
En esta Fase, se
paralizan (enfrían y solidifican) las corrientes de convección en la superficie
del recién formado planeta.
Este período se
caracteriza por la gran magnitud de los terremotos, verdaderos cataclismos y el
desarrollo de miles de cráteres, fisuras o bocas eruptivas repartidas por toda
la superficie del recién formado planeta y por donde de vez en cuando se
producían erupciones, temblores, llamaradas a modo de surtidores de gases y
vapores, todo ello entre mezclado por convulsiones, que levantaba regiones
enteras debido a los primeros movimientos orogénicos y epirogénicos.
Así por distintas
zonas o puntos de la superficie de
la
Tierra se abría una y mil veces, para ser cubierta de nuevo
por un mar de masa magmática que el frío exterior del espacio y el tiempo se
encargaban de volver a enfriar, mientras las bocas de algunos cráteres
vomitaban columnas de fuego, que, mezcladas con torrentes de lava, permitían el
desahogo del vigoroso núcleo del interior del planeta, sobre la joven
superficie del recién formado cuerpo. Se cree que, durante este período,
tuvieron lugar los mayores cataclismos que cambiaban ocasionalmente la superficie
del planeta.
En esta figura se
muestra el desarrollo de la
XIII Fase o Etapa del Planeta- Tierra o evolución de
la Tercera Era Geológica,
lo que podemos conocer también como “Era Preárcaica” o segunda
parte del Precámbrico, último de los dos Eones que formaron esa parte nebulosa
de nuestro planeta.
II Parte del
Precámbrico ( Precámbrico Tardío)
Durante esta Era
aumenta el grueso de la corteza terrestre, al tiempo que se enfrían y
solidifican las masas que se acumulan en la superficie, aunque este proceso
solo se terminó a través del resto de las Eras Geológicas, debido al continuo
desarrollo de la mecánica de termofusión-nuclear, que genera el núcleo del
interior de la Tierra,
esta mecánica es la responsable de desarrollar los terremotos, (movimientos
bruscos o convulsiones bajo la corteza terrestre), así como del desarrollo de
los volcanes.
Estos últimos
expulsan al exterior los sobrantes de masa magmática y la energía que se
generan o acumula en el interior de
la Astenosfera por medio de la presión isostática y
mantiene activas y en movimiento las corrientes de convección, que son las que
producen los movimientos orogénicos, basados en movimientos horizontales que
arrugaban determinadas zonas de la superficie y los movimientos Epirogénicos,
que producen movimientos verticales de la misma base del desarrollo de las
montañas o del desarrollo de los buzamientos que en ocasiones producen
levantamientos en diversos puntos de la propia superficie.
En la siguiente
figura mostramos el desarrollo de
la XIV Fase o Etapa de la evolución del Planeta-
Tierra, que representa la Cuarta
Era Geológica que podemos conocer en la actualidad como “Era
Arcaica o Arqueozoico” que vamos a representar también en dos partes.
I parte del
“Arqueozoico” (Arqueozoico Temprano)
La superficie de
la Tierra continúa su proceso
de enfriamiento: en él se siguen produciendo los grandes terremotos, junto con
numerosos volcanes que salpicaban la superficie de
la Tierra por todas partes.
Esta intranquilidad se veía interrumpida por el desarrollo súbito de algún
cataclismo o cataclisismo, ya que los movimientos orogénicos y epirogénicos se
veían envueltos en gigantescos terremotos, que cambiaban la geografía del
terreno, todo ello debido a la enorme cantidad de energía que generalmente
producía el joven núcleo del interior de
la Tierra.
En este período
del Arqueozoico temprano podría estar el principio de la formación o nacimiento
del agua (H20), por la unión de estos elementos, oxígeno e hidrógeno, que
también surgían como vapores del recién formado núcleo del interior de
la Tierra, dando lugar,
mediante esa unión, al nacimiento de una nueva molécula hasta entonces
inexistente, “el agua“, al no existir la corteza como catalizador o
medio de unión de los átomos de Hidrógeno (H) y Oxígeno (0), ya que cada dos
átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno dan lugar a la formación de una molécula
de esta sustancia, pero al principió estos tres átomos estaban unidos a otro
átomo más de azufre (S) por lo que el agua era ácida y sulfurosa y de color
verdoso que formaba una especie de Ácido Sulfúrico disuelto en el mismo agua (H2SO4
en H2O), ya que en la primitiva superficie surgían grandes cantidades de azufre
por entre las diversas fisuras o bocas que facilitaban el contacto y la
disolución de los mismos.
Esto, daba lugar
a una atmósfera sulfurosa, es decir, un agua y una atmósfera muy distintas de
la que hoy conocemos. Esto hacía imposible la vida sobre nuestro planeta, hasta
que el ph del agua no se equilibró. Este agua la podemos apreciar hoy sobre los
cráteres de algunos volcanes que mantienen estancada un agua verde y ácida
parecida al agua primitiva, pero esta era útil en la superficie de
la Tierra para el posterior
enfriamiento de la corteza, proceso que provocaba mayor cantidad de agua, “esto
era como la pescadilla que se muerde la cola”, ( más agua daba lugar a
mayor grosor de corteza y todo ello a un mayor enfriamiento de la superficie de
nuestro planeta, lo que conducía a una mayor retención y cantidad de estos
gases (H +O+ S) que terminaban por convertirse en agua ácida, así se cerraba el
circuito). Más información ver teoría sobre el origen y formación del agua.
En la siguiente
figura mostramos, el desarrollo de
la XV Fase o Etapa de la evolución del Planeta -
Tierra, que representa la Quinta
Era Geológica que forma parte de la “Era Arcaica o
Arqueozoica”.
II Parte del
Arqueozoico “Arqueozoico Tardío”
En este periodo
de Tiempo la superficie de la
Tierra, empieza a diferenciarse de las partes cubiertas por
el agua, a formación de numerosos lagos de agua sulfurosa, se evaporaban al
recibir la fuerte radiación de un Sol más blanquecino, grande y caliente que el
Sol actual; además en aquel tiempo
la
Tierra no tenía atmósfera, ni capa de ozono como tiene hoy,
por lo que la radiación entraba directamente a la superficie. Esto producía una
evaporación más rápida, dando lugar a tormentas eléctricas de mayor magnitud
que las que se producen en la actualidad.
Cuando la corteza
terrestre alcanza mayor grosor, ésta favorece la formación del agua en mayor
cantidad, saliendo al exterior más pura que en la primera etapa. Comienzan así
los manantiales que incluso hoy se conservan en muchos lugares de la superficie
de la Tierra.
No pensemos que
los manantiales de aguas termales son todas aguas subterráneas provenientes de
los periodos de lluvia, sino aguas que se siguen formando hoy como en aquel
periodo de tiempo, sólo que a una escala mucho menor.
Otro punto que
tenemos que aclarar, y que hoy no se define correctamente, es el período de
la Era Arcaica. Por un
lado se dice que esta Era se divide en dos Eones, El Proterozoico y el
Precámbrico, cuyo conjunto de tiempo lo estiman en 2.500 millones de años; esta
afirmación no se asienta sobre ningún estudio científico serio, sino que se ha
especulado con una cifra para toda la creación, que son los 4.500 millones de
años.
De todas formas,
los cálculos que hoy se hacen sobre la antigüedad de
la Tierra no son correctos, si
tenemos en cuenta otras circunstancias que demuestran que esa antigüedad es
falsa, como es el periodo de rotación de nuestro planeta, que en la actualidad
es de 23h. 56m. 41s. Esto demuestra claramente y sin ninguna duda la verdadera
edad de la Tierra,
ya que se puede asegurar que ésta no es tan vieja como hoy se dice, pero para
esto se necesita un trabajo exclusivo y más detallado o minucioso, que pudiera
aclarar este tema definitivamente con más exactitud.
En esta figura
mostramos el desarrollo de la
XVI Fase o Etapa de la evolución del Planeta- Tierra, que
representa la Sexta Era
Geológica, que conocemos en la actualidad, como la “Era Primaria o
Paleozoica”. Esta Era la podemos representar en dos etapas desiguales.
I parte del
“Paleozoico” (Paleozoico Temprano), comprende el desarrollo del
Cámbrico y el Ordovícico.
La superficie de
la Tierra continúa
evolucionando, haciéndose cada vez más gruesa la corteza terrestre; la actividad
orogénica desarrolló grandes terremotos y erupciones volcánicas, aunque cada
vez con menos fuerza, ya que el núcleo de la joven Tierra era cada vez más
pequeño y distante de la superficie.
Este proceso se
desarrollará hasta el final, entre tanto en la superficie se seguirán formando
las montañas, por la acumulación de los desechos o masas que surgen con
frecuencia del interior, mientras que en las depresiones se van formando lagos
y mares, donde tendrá lugar la formación de los primeros seres vivos,
iniciándose así la vida en nuestro planeta.
Las aguas serán
progresivamente menos ácidas y la atmósfera menos sulfurosa, debido al casi
constante desarrollo de las tormentas que baten el agua una y otra vez sobre
las tierras o sustancias de caolín, basalto y las primeras sustancias
alcalinas, que ya se han formado por la concentración del primitivo dióxido de
carbono en ciertas zonas de la superficie. De esta forma, bajaba la acidez de
las primitivas aguas, comenzó el nacimiento de las primeras algas o plantas
acuáticas o tal vez surgieron los primeros invertebrados. Se inicia así la
evolución de los primeros seres vivos al tiempo de iniciarse la formación de la
atmósfera, debido al desarrollo de las tormentas que ponían una y otra vez las
aguas en contacto con el dióxido de carbono, formando así depósitos o capas de
caliza sobre la recién formada superficie, al tiempo que se constituía un nuevo
gas, paulatinamente más parecido al aire que hoy conocemos. Es evidente que los
cuerpos que no tienen agua, no pueden tener la atmósfera de
la Tierra. De esta forma
la naturaleza, como ocurre con una cadena, al romperse un eslabón, se
interrumpe el desarrollo de las demás etapas que dan lugar a otros procesos,
impidiendo que la cadena continúe.
Este período se
divide en seis Sub-eras, distinta cada una en cuanto a su duración en el
tiempo, como son: el Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y
Pérmico. Estas etapas o sub-eras han sido necesarias desde el punto de vista de
la evolución de la Tierra
o para comprender mejor su historia.
El Cámbrico,
primer período o sub-era de
la Era Paleozoica y va desde los 570 a los 500 millones de
años. En este período la vida estaría principalmente en el agua, aparecerían
las primeras plantas acuáticas y los primeros invertebrados. Continuaría la
formación y acumulación de las aguas. Entre tanto se siguen desarrollando los
grandes terremotos y la actividad volcánica, junto con grandes movimientos
orogénicos.
El Ordovícico,
segundo período o sub- era de
la Era Paleozoica, va de los 500 a los 435 millones de
años. Se produce la diversificación de familias de Metazoos. Aparecen los
primeros cordados, se extienden los invertebrados y tiene lugar el desarrollo
de los peces sin mandíbula. Crece la zona de la atmósfera y se hace cada vez
más rica en oxigeno, al tiempo que baja el nivel de radiación (ransd/h.).
En esta figura
mostramos el desarrollo de la
XVII Fase o Etapa, de la evolución del Planeta– Tierra,
que representa la Séptima
Era Geológica, que conocemos en la actualidad como la segunda
parte de la Era Primaria
o del Paleozoica.
II parte del
Paleozoico, (Paleozoico Tardío), comprende el desarrollo del Silúrico,
Devónico, Carbonífero y Pérmico.
En esta segunda
parte de la Era Primaria,
continúa la formación y acumulación del agua, junto al desarrollo de grandes
movimientos orogénicos, la actividad sísmica y el desarrollo de los volcanes.
Esta inestabilidad ha sido una constante en la evolución de
la Tierra, que ha estado
disminuyendo de volumen en el transcurso de las anteriores Eras Geológicas,
disminución y cambios que se viene registrando hasta nuestros días.
El conjunto de
la Era Primaria o
Paleozoica duró aproximadamente 340 millones de años. Durante este período de
tiempo hubo miles de cataclismos, millones de fuertes terremotos e infinidad de
erupciones volcánicas, junto a numerosos movimientos orogénicos, que cambiaban
la superficie de la Tierra
de forma caprichosa, todo esto debido a la liberación de cantidades ingentes de
energía que de forma más o menos constantemente generaba el núcleo del interior
de la Tierra.
Algunas de las
plataformas continentales se hundían, mientras que otras partes afloraban dando
forma caprichosa a una joven superficie. En ocasiones nacían nuevas islas por
la acción volcánica; otras veces emergían a la superficie zonas de corteza como
buzamientos o levantamientos del suelo marino por medio del aumento de la
presión isostática, presión que actúa sobre alguna zona de la parte baja de la
recién formada corteza, punto que hoy se conoce como Discontinuidad de
Mohorovicic, fuerzas que daban origen a los plegamientos por el desarrollo de
los movimientos orogénicos, que a su vez iniciaban el nacimiento numerosas
montañas, así como la formación de nuevos continentes, hasta que la corteza o
conjunto de la Litosfera
se hizo lo suficientemente gruesa, para el desarrollo de tales eventos y
mostrando cada vez mayor resistencia a tales cambios.
Segunda parte del
“ Paleozoico Tardío”, vamos a continuar definiendo cada una de las
Sub-Eras, que en conjunto, conocemos como
la Era Primaria o
Paleozoica.
El Silúrico,
tercer período de la Era
Paleozoica, va de los 435 a los 400 millones de años. En este periodo
se origina el Plegamiento Caledoniano, se diversifican los peces y surgen los
primeros artrópodos.
El Devónico,
cuarto período de la
Era Paleozoica, va desde los 400 hasta los 345 millones de
años. Comienzan las transgresiones y regresiones marinas, surgen los primeros
anfibios y los artrópodos terrestres, se origina la primera radiación
adaptativa.
El Carbonífero,
quinto período de la
Era Paleozoica, va desde los 345 a los 280 millones de
años. En Estados Unidos este período. Se divide en dos épocas desiguales, el
“ Misisipiense “ (abajo) y el “Pensilvaniense “
(arriba). Se origina el Plegamiento Herciano, aparecen los reptiles y se
desarrolla la formación de los bosques.
El Permico, sexto
y último período de la
Era Paleozoica, va desde los 280 hasta los 230 millones de
años. En este período se produce la extinción de muchos animales paleozoicos.
Los reptiles sufren la primera radiación.
En la siguiente
figura mostramos el desarrollo de
la XVIII Fase o Etapa de la evolución del Planeta
–Tierra, que forma parte de
la Octava Era Geológica, que en la actualidad se
conoce como la “Era Secundaria o Mesozoica”.
Esta Era se
divide en tres períodos desiguales en cuanto al tiempo de duración. Estos
Períodos o Sub-eras son: El Triásico, Jurásico y Cretácico
El Triásico, es
el primer período de la
Era Mesozioca, va desde los 230 a los 195 millones de
años. Se espacian los movimientos orogénicos, menor numero de seismos y
comienza a decrecer en parte la actividad volcánica, mientras en la superficie
comienzan las ruptura y separación del primitivo continente de Gondwana, aumentan
y se diversifican los reptiles, aparecen los primeros dinosaurios. De los
reptiles terápsidos derivan los primeros mamíferos.
El Jurásico, es
el segundo período de la
Era Mesozoica, va desde los 195 hasta los 140 millones de
años. De una rama de los reptiles, aparecen las primeras aves y los mamíferos
adquieren sus caracteres típicos. Evolucionan y se diversifican los
dinosaurios.
El Cretásico, es
el último período de la
Era Mesozoica, va desde los 140 a los 65 millones de
años. En este período se produce la extinción de los dinosaurios y otros
organismos mesozoicos. Abundan los Foraminíferos, surge la diversificación de
los insectos y aparecen los mamíferos insectívoros, antecesores de los primates
y evolucionan y se diversifican las aves.
El desarrollo de
la actividad sísmica y volcánica se espacia más en el tiempo, mientras
la Litosfera sigue
aumentando de grosor. Esto contribuye a una mayor estabilidad de la propia
corteza terrestre.
En esta figura se
desarrolla la XIX Fase
o Etapa de la evolución del Planeta - Tierra, en la que se representa
la Novena Era Geológica,
que hoy podemos conocer como la “Era Terciaria o Cenozoica”.
Esta Era se
divide en dos períodos desiguales, que son: el Paleógeno y el Neógeno.
El Peleógeno es
el primer período de la
Era Terciaría o Cenozoica, que va desde los 65 a los 23 millones de años.
Se desarrolla la orogenia alpina. Se produce el desarrollo de los mamíferos y
las plantas con flores. Aparecen los primates
El Neógeno es el
último de los dos periodos de
la Era Terciaría o Cenozoica, va desde los 23 a los 2 millones de años.
En conjunto se desarrolla otra etapa de la evolución del Planeta Tierra. Aparecen
los grandes mamíferos corredores, evolucionan los primates y proliferan los
grandes carnívoros, surgen los primeros individuos claramente homínidos: los
australopithecus. Continúa la deriva de los continentes mientras se sigue
desarrollando la evolución de las especies al tiempo que se desarrollan grandes
terremotos y numerosos volcanes, esta ha sido una constante en la evolución del
planeta Tierra.
En esta figura se
desarrolla la XX Fase
o Etapa de la evolución del Planeta – Tierra en la que se representa
la Décima Era Geológica,
que hoy podemos conocer como la “Era Cuaternaria o Neozoica”, que
comprende un período de tiempo de unos 2 millones de años, desde finales del
Neógeno hasta nuestros días. Esta Era se divide en dos períodos de tiempo desiguales:
El Pleistoceno y El Holoceno.
El Pleistoceno es
el primero de los de los dos períodos de
la Era Cuaternaria,
representa la última Era Glaciar. Aparece el Homo Erectus y Homo Sapiens,
especies que derivaran en la evolución del hombre actual.
El Holoceno, es
el segundo y último período de la “Era Cuaternaria o Neozoica” que
llega hasta nuestros días, esto incluye ya el tiempo presente y desde aquí
hasta el futuro; con esto completamos la historia de
la Tierra desde el principio o
nacimiento de esta hasta nuestros días.
En el conjunto de
estas Etapas, podemos ver el origen de nuestro planeta y el desarrollo de su
evolución, pese a la dificultad con que nos resulta hablar hoy de aquellos
primeros tiempos.
Primero la
evolución de la Estrella
–Tierra y sus diversas fases y cambios de coloración a través de las
grandes Eras Geoestelares, hasta el colapso exterior de
la Estrella, lo que lleva al
nacimiento de un planeta, “en este caso
la Tierra”. Después
continúa la evolución de este planeta hasta nuestros días, ya a través de las
Eras Geológicas que las hemos descrito tal y como hoy se conocen.
Por este motivo
en la superficie de los planetas se desarrollan los terremotos, los volcanes y
mantienen activas y en la zona del manto superior, las corrientes de convección
así como el desarrollo de otros fenómenos, como al principio eran los
cataclismos, movimientos orogénicos y epirogénicos, sobretodo dentro de las
primeras Eras Geológicas, cuando la joven superficie del planeta era frágil y
delgada.
Como podemos
comprender todo esto y mucho más se debe al núcleo o parte central del planeta
que es también el responsable de producir la fuerza de gravedad como tendremos
ocasión de comprobar en una nueva teoría que hemos desarrollado a este respecto
para comprender mejor el entorno y el planeta en que vivimos.
Posiblemente nada
de esto es definitivo, que todo es todavía relativamente mejorable o corregible
objeto del más puro perfeccionamiento pero si, lo comparamos con el
conocimiento que había anteriormente podemos ver que sea avanzar.
La idea que
tenemos de la antigüedad de la
Tierra y de su duración infinita, es errónea, ninguna de las
dos es verdad, la antigüedad que tiene ahora mismo
la Tierra, no supera los 500
millones de años como planeta; otra cosa sería como estrella, es decir, desde
su nacimiento como tal cuerpo.
Esto lo podemos
extraer de su periodo de rotación. Lo primero que hay que tener presente, es
que un millón de años, son muchos años, y que la naturaleza trabaja dentro de
periodos de tiempo mucho más cortos de lo que hoy se cree, por ejemplo: en la
actualidad se dice que la antigüedad de
la Tierra es de 4.500 millones de años y esto
sencillamente no es verdad, si lo contrastamos con el actual periodo de
rotación de la Tierra,
que es el que marca la verdadera edad de ésta; ahora mismo no se sabe con
exactitud cual es la verdadera edad de nuestro planeta.
Para esto hace
falta hacer un estudio que tenga en cuenta la intensidad de la gravedad de
nuestro planeta, no la que se da hoy, pues esta no tiene sentido. Lo primero
que tenemos que hacer es conocer bien la fuerza de gravedad y cómo se produce
ésta.
Hoy podemos
afirmar que la edad de la
Tierra no es de 4.500 Millones de años, sencillamente porque
el periodo de rotación de nuestro planeta es de 23 h 56 m 41 s y que, aunque
llegase al final, el cual implicaría la paralización de este movimiento, nunca
podría alcanzar los 4.500 millones de años; lo máximo que le queda a
la Tierra para que este
movimiento se detenga son unos 670 millones.
No pensaremos que
la rotación de cada unos de los cuerpos es siempre la misma, cada cuerpo tiene
un periodo de rotación que determina la edad de ese cuerpo, y que viene dada
por la intensidad de la gravedad del mismo, por ejemplo, esto lo podemos apreciar
en Venus; este planeta tiene un diámetro parecido al de
la Tierra (Venus 12. 104 y
la Tierra 12.756 Km), sin embargo
el periodo de rotación de Venus es 242 veces más lento que el periodo de
rotación de la Tierra
(la Tierra, 23
h, 56 m.
41 s. = 1 día, mientras que el periodo de rotación de Venus es de 5.832 h. =
243 días).
Sí la comparación
la hacemos entre Mercurio y Júpiter, el primero tiene un periodo de rotación de
1.398 h. mientras que el segundo lo hace sólo en 9,8 h. teniendo este último un
diámetro unas 30 veces mayor que el primero (Júpiter 141,584 km y Mercurio 4.660 km) encontrándose el
primero a 58 millones de kilómetros del Sol y el segundo a 780 millones de
kilómetros del mismo astro.
¿Qué conclusión
se puede extraer de todos estos datos, aunque estos sean aproximados?. Pues que
el periodo de rotación es variable en el tiempo, que la gravedad no es una
fuerza eterna o perpetua, que es una fuerza que disminuye con el tiempo o que
la gravedad no es producida por cualquier clase de masa, sino esta fuerza sería
eterna, pensamos que la rotación cambia con el tiempo, que estos movimientos
disminuyen y disminuyen hasta desaparecer, dejando a los cuerpos sin movimiento
de rotación y mostrándonos siempre la misma cara o hemisferio al centro de
gravedad o al cuerpo que los hace girar que es el Sol.
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